¿Cómo iba yo a saber que ella se iba echar a llorar?
"No seas absurdo -me regañó- esa definición nadie te la pidióasi que guárdatela, me pone enferma tanta sinceridad"
Y asi fue como aprendí que historias de dos conviene a veces mentirque ciertos engaños son narcóticos contra el mal de amor.
que un beso es sólo un asalto y la cama es ring de boxeo,
que las caricias que mojan la piel y la sangre amotinan
se marchitan cuando las toca la sucia rutina.
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